El árbitro vuelve a evitar la victoria cartaginesa

Como ya se está haciendo común esta temporada, la Federación Española (a instancias quién sabe si de otro organismo) está enviando al Cartagonova a colegiados (presumiblemente) con problemas económicos y aliviarles así un tanto la crisis con el maletín repleto de "plata" que se ganan con su "honorable" actuación.
El colegiado que ayer visitó el Cartagonova debió no obstante de llevarse algo menos que sus anteriores compañeros, ya que debió de repartirse la ganancia con el joven juez de línea (que estaba de practicas).
Así pues, el aragonés Roche Ferrer (como hace todo buen maestro) le dio mucha importancia a los minutos iniciales otorgándole el honor al Cartagena de ostentar 4 amarillas y una roja en los primeros quince minutos. Eso sí, con ninguna por parte visitante ¡qué tiene más mérito!.
Después el experto profesor dejó al alumno exponerle sus conocimientos, y el joven aprendiz maquilló la actuación de su maestro concediendo un gol en clarísimo fuera de juego.
A continuación, y como mandan los cánones, Roche Ferrer concedió multitud de faltas a favor del Cartagena para compensar, aunque evidentemente sin mostrar cartulina ¡no se nos vaya a ir el partido de las manos!.
En la segunda mitad, un despiste del árbitro propició la expulsión de un jugador visitante por doble amarilla. Debió pensar que demasiado escandoloso sería esperar a mostrarle la tercera, aunque sinceramente, a nadie le habría sorprendido.
Entonces, en igualdad nuevamente, ocurríó lo que nunca tuvo que pasar, El Efesé desbordó a la defensa canaria como tantas veces durante el partido y consiguió el empate.
Una lástima para el árbitro, ya que la concesión de este gol puede que le cueste el ascenso. Muchos todavía recordamos hace tres años el gol anulado a Sívori en Vecindario "por pitar peligro" cuyo arbitro fue ascendido esa temporada, evidentemente por su acertada actuación.
Con esto, el Efesé se echó al ataque y cinco minutos después Addison estrelló de forma contundente el balón en el larguero cuando el árbitro se estaba pensando que pitar, puesto que una victoria albinegra podría costarle el descenso a Tercera. De la misma opinión era el linier, que se tapó los ojos para no ver una "palomita" del defensa canario en el área pequeña. Por tanto, como era de esperar el segundo gol no llegó, y una pérdida de 10 minutos de juego en una falta fue suficiente para que descontase cuatro y permitiese jugar uno.
En definitiva, un trabajo bien hecho y solo espero que Roche Ferrer nos invite a todos a su fiesta del ascenso a Segunda.