Ambos equipos, incomprensiblemente, se han complicado la vida de forma que ninguno esperábamos, y nos ponen la clasificación en bandeja. El Córdoba la palmó estrepitosamente contra un Melilla que no se jugaba nada (el maletín no tiene fin), y el Portuense se juega el ser o no ser en La Rosaleda (¡¡vamos juveniles del Málaga!!). Una cosa está clara, no dependemos de lo que pase en partidos ajenos, quién le iba a decir a la aficiones de nuestros rivales que esta mañana iban a ser todos del Extremadura a muerte....
Va a ser una dura jornada de transistores, en la que más de 200 aficionados se han pegado la paliza de su vida para estar a muerte con el equipo. Unos estarán allí animando, otros escuchando el partido en sus casas, otros trabajando y otros pendientes del móvil, pero todos con un deseo común: Que gane el Cartagena primero, y que pinche el Portuense. Nosotros por fin dependemos de nosotros mismos, si ganamos los dos partidos que quedan, estamos dentro y ya se maten entre ellos el resto de candidatos al playoff.
Estamos a escasa media hora del partido, y un servidor llegó a las 5 y pico de la madrugada de currar, y a las 9 estaba en pie con los sudores de la muerte y los nervios metidos en el cuerpo sin poder conciliar el sueño. No es normal, esto es duro, irracional, incomprensible, intratable, interminable, indefinible, INCURABLE.... Sí, somos del Efesé, y tenemos mucha FIEBRE, ¿Qué pasa?
Ojalá salga todo bien y vengan los expedicionarios con los tres puntos, ya que otra tragedia calamitosa digna de la tradición futbolística cartagenera, sería muy dura llegado este punto de ilusión y casi irreparable. ¡Vamos equipo!, la felicidad de muchos depende de vosotros, ¡¡¡A GANAR!!!