Faltó la Salve y las ideas

El Cartagena perdió 1-2 frente a un ordenado Betis en un mal encuentro donde los albinegros no supieron leer el partido en ningún momento, así como mala también fue la organización de los actos antes del partido, en la que pusieron por megafonía el Himno de Cartagena enel momento en que tocaba cantar la Salve Cartagenera.
Ya en la primera parte, aunque fue el Cartagena quien comenzó con fuerza, fue el Betis quien en dos contraataques consiguió, asustar primero y marcar después en una jugada personal en la que se disparó desde el punto de penalti. Tras el gol, al Cartagena le costó reaccionar, y por medio de quintero intentaba sin lograr nada, y por parte de Lafuente, tan solo se veían patadas que hicieron que se tuviera que marchar lesionado el jugador vasco.
A sus sustitución salió Tato, que puso (como siempre) muchas ganas y apoyó a De Lucas en cuanto pudo por su lucha en la banda. Pero a pesar de todo no fue suficiente.
La jugada más importante del Efesé en la primera mitad, fue un balón por alto que logra llevarse De Lucas, quien sirve para Toché sin nadie que le cubra, y solo ante el portero define enviando el balón fuera.
Al comienzo del segundo período, la misiva del Cartagena fue la de continuar tranquilos sin precipitarse y esperar a que cayera el gol. Pero sin ideas, y con un Betis que le ganaba la espalda continuamente a la defensa albinegra, no era una buena táctica. De hecho, en un error defensivo de Txiki que deja a Cygan solo con dos atacantes verdiblancos, Rubén despeja a córner un balón que serviría para que los hispalenses consiguieran el 0-2 de jugada ensallada.
Juan Ignacio entonces decidió mover el banquillo, dándole salida a Juan Carlos Moreno y a Balboa. Ambos otorgaron frecura al juego, sobre todo Balboa, que cuando corría la banda nadie le alcanzaba. En su segunda internada, sirvió un balón atrás que Tato se encargó de materializar en el 1-2.
Sin embargo, ni los jugadores ni el propio Juan Ignaciose dieron cuenta, que la manera más rápida yefectiva de penetrar la defensa verdiblanca era servir balones a Balboa para que consu velocidad provocara ocasiones de peligro. Y así, pasaron los minutos con un Cartagena empeñado en penetrar por banda izquierda y por donde más gente había, y un Betis cómodo que no cubría a Balboa después de ver que no le pasaban ni una.
A pocos minutos del final, Balboa recogió un balón y tras marcharse por velocidad recibió un placaje por detrás que el árbitro sancionó con amarilla. Y de ahí al final, el Cartagena fue incapaz de tirar a portería en los minutos de descuento, ya que seguía con su empeñó de no utilizar a Balboa y lanzar balones divididos allá donde más béticos hubiera.