No podía imaginarse la afición gaditana la que se le iba a venir encima la pasada noche con el Cartagena. La hinchada amarilla, sabedora del buen momento que atraviesa el equipo de Juan Ignacio, recibía al Efesé con cierta sensación de respeto pero sin olvidar que ascendió el mismo día que su Cádiz C.F., y que derrotó a los albinegros en el doble partido por ver quien se declaraba Campeón de Segunda B. Con esto, vio además como el equipo anfitrión comenzaba fuerte, atacando por bandala porteríade Rubén, y remates de cabeza que ponían a más de un cartagenero nervioso. Mientras tanto el Efesé, muy tranquilo, trenzaba jugadas desde atrás que terminaban generalmente con balones centrados pero que no representaban mayores problemas para la zaga andaluza.
Sin embargo una jugada cambió la tónica del partido completamente. En el minuto 33 Mariano Sánchez recibe un balón en el centro del campo, y en lugar de pasar a banda, mete un balón interior a Toché que el delantero culmina con un fuerte disparo raso que se cuela entre las piernas del arquero Casilla consiguiendo el 0-1.
El Cádiz se queda alucinado con la efectividad albinegra (una de una), y herido en su orgullo trata de recuperar la igualada enel marcador. Esto favorece al juego del Cartagena, que al contraataque juega mucho más agusto y de vez en cuando sigue metiéndole algún susto a los cadistas.
Justo antes de terminar, Víctor le sirve a De Lucas un balón en el interior del área con el que el extremo recorta a la defensa y dispara raso con la izquierda. Casilla se ve una vez más sorpendido y no puede evitar que el segundogol cartagenerista suba al electrónico antesdel descanso.
En la segunda mitad, el Cádiz recibió de Javi Gracia un aliento de ánimo y les inculcó la forma en que debían afrotar el partido para remontarlo. Mayor intensidad y evitar la precipitación en los pases eran necesarios para triunfar esta noche. Sin embargo, todavía no habían podido poner en práctica la teoría de su entrenador cuando el Cartagena conseguía el 0-3 tras un saque de esquina. Victor sería en este caso su autor.
El Cartagena jugó a partir de entonces a placer contra un Cádiz desquiciado y silvado por su público en ocasiones. El cuarto gol estuvo a punto de llegar en sendos conraataques, pero finalmente sería el Cádiz quien aprovecharía la excesiva relajación albinegra, ya en el minuto 80, para lograr recortar distancias y soñar con un posible 2-3 que posibilite emoción a los minutos finales. Pero el Cartagena sabía muy bien que no debía caer en el nerviosismo, que su ventaja era suficientemente clara como para no cometer locuras y supo dormir los minutos finales para amarrar tres puntos de oroque le permiten acostarse como segundo clasificado e igualado a puntos con el líder Real Sociedad.