Los cerca de 1.000 cartageneros que gracias a Dios y a la Virgen pudimos viajar a Alcoy, entonamos justo antes de la salida de los jugadores al campo la Salve a la Virgen de la Caridad, nuestra queridisima Patrona que nos demostró que está con nosotros, que nos escucha y que tiene un poco de picardía porque nos hizo sufrir másde la cuenta..
El partido establecido por Jémez fue ideal para un equipo que llevaba ventaja en el marcador, y que pretendía salir a la contra a matar la eliminatoria con algún golico. Y así fue. El delirio y algo de tranquilidad se estableció en el seno de todo cartaginés que seguía el partido, bien en Alcoy, bien en el Pabellón, o bien en su casa con familia.
Tato se escapa por la banda izquierda, y centra un balón que Mena cabecea a la red. Impecable, magnífico, increible.
El Cartagena siguió entonces haciendo el juego fácil y que le beneficiaba: balón en el área, patadón y un problema menos.
Pero todo se complicó en segunda parte, cuando Viyuela llega tarde a un balón y es expulsado por doble amarilla. Jémez introduce entonces a Nano por Mena, y queda solo con Tato en la punta.
El Alcoyano entonces apretó, y aunque el Cartagena se defendía bien, el balón rondaba demasiado su área al peder potencia ofensiva. Así llegó el primer gol local cerca del minuto 75, un jarro de agua fría para la aficiñon y jugadores pero no suficiente para tumbarnos.
Rondaban entonces unos minutos de fantasmas del pasado para albinegros, y de más moral que nadie para los alcoyanos. Hasta que sucedió lo que era de esperar, en el minuto 80 otro desbarajuste en el área cartagenera propicia el segundo gol local y el delirio en la grada, ya que forzaba la prórroga y en superioridad numérica estaba claro que volverían a marcar.
Pero la historia quiso se benévola con Cartagena, quiso ser generosa con su afición, y gracias, como he manifestado al principio de la crónica, a nuestra Patrona la Virgen de la Caridad, Carmona cogió aire dedonde no tenía, sacó fuerzas de donde ya no había y luchó un balón imposible que robó al defensa, le permitió encarar al portero Maestro y cuando éste se tiraba a sus pies ceder el balón a Juan Pablo para que certificara el empate a dos y en definitiva el Ascenso a la Liga Adelante 2ª División.
El delirio explotó y no me equivocaría si declarase que ningún cartagenero se quedó sin gritar el gol, abrazarse y correr a bañarse al Submarino para celebrar con los hérores de 2009 la GRAN alegría que llevábamos 27 años sin saborear.
Dentro de una semana jugaremos con el Cádiz, el otro conjunto que también ha conseguido ascender a Segunda, para ver quien es el campeón de Segunda B. Aunque sinceramente ¿a quien le importa? si escribo que el año que viene el Efesé regresará a Segunda División 21 años después, que saldremos por el plus, que figuraremos en las quinielas, que apareceremos en el FIFA y que por fin recuperaremos ese derby que tanto morbo despierta. ¡¡VIVA EL EFESÉ!!