Un año más, la victoria se resistió en el Artés Carrasco aunque quizás con un poco más de ambición se hubiese podido conseguir.
El comienzo del partido no fue para soñar, a los 57 segundos de juego un gol del Lorca dejaba a los aficionados albinegros allí desplazados un poco descolocados, y a Fabri casi sin garganta por el tremendo fallo en defensa.
Apenas se notó, de todas formas, el tanto lorquino en los ánimos de los jugadores y parroquia. De hecho (quizás sería el frío) los jugadores corrieron desarticulando en varias ocasiones a la defensa rival que paraba el juego visitante a base de faltas. En una de ellas botada por Carmona, el Lorca volvió a marcar (aunque esta vez en propia meta) igualando la contienda a la vez que ponía justicia en el marcador.
En la segunda mitad el Cartagena tuvo la clave para vencer, pero su falta de ambición y la poca visión de Fabri para realizar los cambios con algo de criterio, impidieron que el Cartagena pudiese marcar el 1-2. Al final y tras llegar a un agónico final con ocasiones para los dos conjuntos, Mena falló cuando estaba solo frente al portero y un disparo lejano de Eloy se marchaba rozando el palo derecho.
Empate justo para los méritos de Lorca y Cartagena que se ve con cierto alivio, tras comprobar los sendos empates que consumaban los rivales albinegros Leganés y Real Madrid Castilla.